¿Qué puedo hacer para tener un buen crédito?

Tener una mala calificación crediticia puede afectar las finanzas; adicional a complicar la posibilidad de conseguir un préstamo, es posible que signifique terminar pagando mucho más de lo que se tendría que pagar con un puntaje alto. Afortunadamente, existen ciertas pautas que pueden mejorar la situación.

Sorprende la cantidad de personas que se encuentran mal informados respecto a cómo mejorar su calificación crediticia, o peor aún, que ni siquiera conocen su estado, pasando por alto las repercusiones que puede tener sobre sus finanzas.

Un buen puntaje de crédito se traduce a la posibilidad de pagar menos por un préstamo, en comparación a lo que pagarías si tuvieras una calificación baja, sin apartar lo complicado que pueden volverse las cosas al momento de solicitar un préstamo.

¿Qué aspectos influyen en la calificación crediticia?

Lejos de lo que puedes suponer, mantener el saldo en tu tarjeta de crédito no mejora el puntaje, lo que sí lo hace, es que efectúes tus pagos de forma coherente.

Del mismo modo, será erróneo asumir que los ingresos tienen influencia en el resultado, pues en la calificación crediticia no se toman en consideración la cantidad de ellos, sino la manera en la que los administran.

Por tendencia, en más del 90% de los casos, la calificación FICO para acceder a un préstamo debe oscilar entre 350 y 850, de ahí que se consideran buenos puntajes el rango 650-700; si consideras que el tuyo se encuentra bajo, tienes la opción de apuntarte a un programa de gestión de deuda, o simplemente, considerar las pautas que hoy te ofrecemos.

¿Cómo mejorar mi calificación crediticia?

Lo primero que debes entender es que no se trata de una solución inmediata, conseguir mejoras puede llegar a tardar entre 12 y 24 meses; aclarado el punto, toma nota de las medidas que puedes poner en práctica para incrementar tu puntaje de crédito:

Paga a tiempo tarjetas de crédito y facturas

El historial de pago determina alrededor del 35% de la calificación FICO. Esto quiere decir que poco importa mantener el saldo de las tarjetas de crédito, sino la frecuencia con la que pagas a tiempo, haciendo que pagar el mínimo mensual sea la solución ideal.

Del mismo modo, conviene evitar la solicitud de diversas tarjetas de crédito en simultáneo, ya que discrepando de solicitar préstamo automotriz, hipoteca e incluso crédito estudiantil, la acción reviste múltiples “consultas a la fuerza” sobre el historial crediticio, lo que podría repercutir tu puntaje de manera negativa.

Eliminar tarjetas es un error

Exceptuando la necesidad de pagar una tarifa anual, es importante que evites cancelar las tarjetas no utilizadas, puesto que esto disminuye tu línea de crédito –al tiempo que incrementa el coeficiente de crédito– recuerda que parte de la calificación depende del mismo, respecto al crédito total disponible.

Cuidado con los créditos

Dos decisiones contraproducentes para mantener un buen puntaje crediticio son: no mantener variedad de tipos de crédito y abrir demasiadas cuentas en simultáneo. Que puedas pagar correctamente y en un mismo periodo diferentes clases de crédito –por ejemplo, uno automotriz, las facturas de las tarjetas y uno estudiantil– habla muy bien de ti.

Claro, esto no implica que esté bien abrir demasiadas cuentas de crédito al mismo tiempo, pues solo conducirás a la disminución de la “edad” promedio de tus cuentas, y por consecuencia, de tu puntaje crediticio.

Por otro lado, resultará conveniente que revises tus informes de crédito al menos de forma trimestral, aunque como te comentamos, las consultas “a la fuerza” reducen un poco las calificaciones, no existe penalización si lo revisas por cuenta propia.

Eliminar deudas que pasaron a cobranzas

Actualmente existen diferentes versiones de la calificación FICO, la mayoría de ellas ignora las cobranzas con un saldo de cero, por lo que convendrá que pagues las deudas que pasaron a dicho estatus.

Asimismo, puede ser una buena idea, pagar las deudas de la tarjeta de crédito a partir de un préstamo personal, sin apartar la posibilidad de lidiar con una tasa de interés más baja.

Utiliza efectivo o tarjeta de débito antes de solicitar un nuevo crédito

Cuídate de los saldos altos, si eres de los que paga todo utilizando tarjetas de recompensa por los puntos, es momento que cambies de estrategias e inspectores el uso de efectivo o tarjeta de débito previo a la solicitud de un crédito.

Si bien los prestamistas no sabrán por tu puntaje que no incurres en impagos mensuales, sí que cargas demasiado a tus tarjetas en relación al límite de crédito.

Apuesta por una tarjeta de crédito asegurada

Después de una quiebra, no hay mejor decisión que comenzar a completar el informe crediticio con un buen crédito, para ello nada más conveniente que hacerte de una tarjeta de crédito asegurada vinculada a una cuenta de ahorros bancaria.

De esta forma, comenzarás a reconstruir tu crédito de manera efectiva disminuyendo el impacto de la quiebra en tu calificación con el paso del tiempo; sin embargo, para ello será elemental que no te atrases en el pago de los préstamos nuevos.

Poniendo en práctica estas medidas, y con un poco de paciencia, verás que más rápido de lo que esperas tu calificación crediticia comienza a subir.

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